Hola amigos. El 2019 llegó con buenas noticias para el proyecto Jóvenes Fotógrafos de Galápagos, que en meses pasados recibió una donación de 10 cámaras fotográficas semiprofesionales con sus respectivos accesorios; por eso dedico mi agradecimiento al Instituto de Fotografía de Falmouth, de Inglaterra.

Gracias a esta donación, los 14 nuevos “Jóvenes Fotógrafos de Galápagos”, que este año se unieron al programa, cuentan con equipos que facilitan las prácticas, tanto de dominio de los controles manuales como de las técnicas.

 Este año me acompañan estudiantes del Bachillerato Internacional y el Bachillerato General Unificado de la Unidad Educativa Nacional Galápagos.

Como en periodos anteriores, la primera clase estuvo dedicada a la presentación del principal objetivo del programa: “Utilizar la fotografía como herramienta de apoyo para las acciones de conservación”.

Después de las primeras inducciones sobre las características de la cámara fotográfica, su funcionamiento y el manejo de las mismas, nos preparamos para el primer campamento fotográfico, en la caseta de control del sitio Media Luna, donde los guardaparques del Parque Nacional Galápagos luchan contra las ratas y plantas introducidas que afectan los nidos y a los pichones del petrel, una de las aves marinas endémicas del archipiélago.

La charla de los guardaparques de campo, antes del campamento, permitió que los jóvenes, de entre 15 y 17 años, aprendan una de las partes más importantes de ser fotógrafo de naturaleza… Conocer las características del sitio, llevar el equipo necesario y cómo aprovechar las condiciones para tus fotografías.

El 11 de mayo salimos a primera hora hacia el sitio, con botas para terreno fangoso, nuestras provisiones, impermeables, protectores para las cámaras fotográficas, y otros accesorios e indumentarias recomendadas para el recorrido en este sitio, que está a tres kilómetros de la parroquia Bellavista y supera los 800 metros sobre el nivel del mar.

Ya con los guardaparques iniciamos el camino y los jóvenes hicieron sus primeras fotografías, mientras los técnicos colocaban dentro de unos tubos cereales con veneno (fabricado exclusivamente para el control de roedores introducidos); esa técnica permite proteger a otras especies.

Dos jóvenes que se unieron al programa, motivados por hermanos que fueron parte de esta experiencia, se emocionaron cuando hicieron sus primeras fotos de guardaparques revisando los nidos y el estado de salud de los petreles.

El día finalizó con otras experiencias, como algunos resbalados por el lodo, risas, comparaciones de fotografía; y la valoración de la importancia de proteger sitios tan especiales como Media Luna, zona de anidación del petrel de Galápagos.

Con la noche llegó la última clase, gracias a un cielo despejado, que nos permitió practicar técnicas de exposición en condiciones de poca iluminación. El resultado fue una serie de fotos de un firmamento estrellado realizadas por primera vez por estos nuevos Jóvenes Fotógrafos de Galápagos.

Nos vemos en el siguiente artículo.